Las escaleras de fibra de vidrio destacan por su alta resistencia, durabilidad y propiedades de aislamiento térmico y eléctrico, lo que las convierte en una opción superior para aplicaciones industriales y profesionales. Su capacidad para ofrecer seguridad y fiabilidad las hace ideales para diseños innovadores, como aquellos que incluyen sistemas de línea de vida integrada. 

La fabricación de escaleras de fibra de vidrio se lleva a cabo mediante un proceso denominado pultrusión, que se realiza en un molde cerrado. 

Este proceso es especialmente adecuado para la producción a gran escala, ya que permite la creación de perfiles con una alta consistencia y propiedades mecánicas excepcionales. En este proceso, se utiliza resina de poliéster termoestable como base, a la que se incorporan materiales de refuerzo, como fibra de vidrio, aramidas y otros compuestos. Estos refuerzos se impregnan en la resina, lo que da lugar a un material con prestaciones superiores que garantiza la fabricación de escaleras de mano altamente resistentes.

Además, es posible añadir aditivos específicos durante la fabricación para mejorar las propiedades del perfil final, tales como resistencia química, térmica y mecánica, según las necesidades de cada aplicación.

Las escaleras de fibra de vidrio representan una alternativa moderna a los materiales tradicionales utilizados en la fabricación de escaleras, como el acero. A diferencia del hierro, que está sujeto a corrosión y alteración por productos químicos, la fibra de vidrio no se ve afectada por estos factores. Además, es más ligera y no conductora de electricidad ni de calor, lo que las convierte en una opción mucho más segura en términos de prevención de riesgos laborales.

Estas escaleras son comúnmente utilizadas en sectores como la construcción, mantenimiento e instalación, siendo especialmente populares en muchos países europeos. Sin embargo, es en el sector eléctrico donde se destacan, ya que sustituyen a la madera, que, aunque históricamente ha sido un material aislante, es menos resistente y más susceptible a los efectos de la humedad, lo que afecta tanto su peso como su durabilidad.